miércoles, 5 de marzo de 2014

Agios O Baphomet



 

La señal de sus cuernos es mi visión más preciada, ellos impalan todo lo sagrado y lo débil, desintegran la irrisoria debilidad del hombre moderno. Cada ocaso siento el manto de su oscuridad impenetrable arropando el orgullo de mi misántropa soledad, fruto del distanciamiento implícito a mi naturaleza hiperbórea. ¡Cuan noble es el alma guerrera que ansia el domino!, de uno mismo, de la nada, del vacío, del negro abismo. Volvería a nacer eternamente bajo tu marca padre, pues en ella reside la fuerza de afrontar esta vida sin excusas ni dogmas, aceptando la vacuidad y el azar, el dolor y la pena... pues el sabio ya es viejo y sus arrugas reflejan, la dureza del ciclo de muerte y de fuerza. 

 ¡Oscuro arcano alabado por pocos!,
 jamás renegaré de tu estigma aunque esté entre los locos, 
 pues tu esencia es la vida, la muerte y el gozo. 



 

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